Victor Gonzalez Solano, dopo l’omaggio a Pablo Milanés, ora ci propone il ritratto di una delle leggende viventi della musica latina, il poliedrico interprete boricua che si muove tra salsa, son e bolero jazz. Andy è un cantante che ha lavorato con orchestre prestigiose come  il Gran Combo di Puerto Rico, Dimension Latina e Puerto Rico All Stars, prima di fondare una sua band. L’articolo (in spagnolo) parte dall’incidente automobilistico dell’anno scorso sulle strade colombiane che ha coinvolto Montañez e alcuni suoi familiari. Per fortuna l’artista si è ristabilito in fretta, e in poche settimane ha poi ripreso il lavoro.

Los salseros nos despertamos el pasado lunes 30 de abril con una noticia que nos llenó de preocupación. El Niño de Trastalleres, el hombre del swing sabroso, había sufrido un accidente.

EL HERALDO, en un avance a través de su página digital nos daba un parte de tranquilidad. Andy Montañez se encontraba estable en una clínica de Fundación, departamento del Magdalena.

Entonces se nos despertó la ‘Andimanía’, y los estaderos de salsa desempolvaron las viejas grabaciones del puertorriqueño, y con cerveza en mano todos brindábamos por el hombre y su pronta recuperación.

“No hay mal que por bien no venga”, dijo Andy en la clínica, y añadió “voy a celebrar mi cumpleaños con un pueblo que quiero como mío, Colombia”. Porque Andy siempre ha dicho que, después de Puerto Rico, él tiene tres patrias más, Colombia, Venezuela y Cuba.

Sus presentaciones en Barranquilla siempre han sido inolvidables. Su alegría y su carisma conquistan al exigente público barranquillero.

Andy nació en Trastalleres, populoso barrio en Santurce, Puerto Rico, llamado así porque allí funcionaban los talleres de reparación de vagones de una empresa ferroviaria. Fue en la casa de sus abuelos paternos, doña Alejandrina y don Tomás, el 7 de mayo de 1942. Aquel niño, que bautizaron con el nombre de Andrés Montañez Rodríguez, no lloraba, cantaba.

Este hombre que a todos nos ha puesto a gozar está próximo a celebrar dos acontecimientos importantes en su vida, su cumpleaños 70 y medio siglo de vida artística. A estos dos acontecimientos se le agrega la nueva oportunidad que le ha dado la vida: está a salvo tras el reciente accidente automovilístico.

Se inició cantando boleros en el grupo de Luis Morales. Antes había estado haciendo la segunda voz del Trío Los Duendes. Un día del año 1962, Andy tiene un encuentro casual con Sammy Ayala, El Caballero de la Plena. Ayala le promete recomendarlo con Rafael Ithier, que por esa época estaba dando sus primeras notas con el Gran Combo. Cuando Rafael lo escucha no lo duda un instante y lo une a la voz del gran Pellín Rodríguez, y a partir de ese momento comienza a escribirse, con letras de molde, la historia de Andy y el Gran Combo de Puerto Rico.

Son 15 primaveras las que Andy vive unido al combo de Ithier. En esos largos años son muchos los éxitos que con su voz lleva al corazón de los amantes de la buena salsa. El barbero loco, Julia, Un verano en Nueva York, Vagabundo, Milonga sentimental, Las hojas blancas, El swing, La soledad, Don Goyo, Eliminación de feos, Los zapatos de Manacho y A mi manera, entre otros. Éxitos que lo catapultan al maravilloso mundo de la música latina.

Después del Gran Combo. En 1977, Andy comprende que su ciclo con el Gran Combo ha terminado. De inmediato recibe una oferta de la Dimensión Latina, de Venezuela, que buscaba afanosamente el remplazo de Oscar D’León. Andy acepta y se traslada a Caracas.

Con este grupo graba ocho largas duración en los que se destacan temas como Ave María Lola, Nuestra tierra, El eco del tambor, Mujer impura, Son del bohío y Tenemos el mismo mar, un himno a la identidad caribe. Luego de tres exitosos años con el grupo venezolano, Andy toma la férrea decisión de armar tolda aparte.

Pero antes graba tres discos con la Puerto Rico All Stars, donde sobresalen canciones como Reunión en la cima e Isla bonita.

El calendario marca el año 1981 y la disquera LAD, subsidiaria de TH Rodven, le propone al boricua la grabación de un disco. Andy entonces carga baterías y graba Salsa con caché, que incluye el éxito del compositor uruguayo Alfredo Zitarrosa Milonga para una niña. Y aquí comienza el Niño de Trastalleres su senda en solitario con trabajos como Versátil, Simplemente Andy Montañez, Me lo estás poniendo difícil, El eterno enamorado, Todo nuevo, El catedrático de la salsa y El swing de siempre. Estas grabaciones produjeron clásicos como Qui, qui, qui, Villarán cuenca, Payaso, Me gusta, Dulce veneno, Te voy a enseñar, Casi te envidio y El santo. En el elepé Simplemente Andy debuta su hijo mayor Andy Jr. interpretando un tema de Tite Curet titulado Genio y figura. Andy resuelve, después de un tiempo, vincular a sus otros dos hijos Harold y Ednaliz para conformar con Andy Jr. la dinastía Montañez.

En tiempo de bolero. Memorables han sido las participaciones de Andy Montañez en los especiales navideños del Banco Popular de Puerto Rico donde ha hecho magistrales dúos con Rubén Blades y con La India, y ha mostrado su pleno dominio de los ritmos afroboricuas. De igual manera es justo nombrar su participación en los proyectos “Roberto Clemente: Un tributo musical”, donde interpretó los temas Roberto y Tirabala y La fuerza latina, y el concierto “Puerto Rico sabe a plena”, realizado en el coliseo Roberto Clemente en 1999.

Con los exiliados. En el marco de la escena artística, en más de una ocasión ha tenido problemas con los cubanos exiliados en Miami por sus grabaciones en Cuba y sus afectos a muchos cantantes y compositores residentes en la isla de Martí, con los que ha posado para infinidad de fotos. Sin embargo, ha sabido sortear la situación aclarando que lo de él es la música y no la política, pero que está con Cuba y sus amigos cubanos.

En el año 2005 grabó con Pablo Milanés un hermoso álbum titulado AM PM Líneas Paralelas, con el que ganó un premio Grammy Latino en 2006. En este disco cada uno interpretó dos temas y otros seis a dúo. El trabajo es un homenaje a Cuba y Puerto Rico.

No todo ha sido la música.Andy es un hombre comprometido con las causas sociales. Trabaja arduamente en varias campañas en pro de los más necesitados en su natal Puerto Rico y en otros países. También es un activista amante de la ecología. Recientemente la Alcaldía de Caracas le concedió la Orden ‘Juan Francisco de León’ por su accionar social.

Sus pasos por el cine, aunque fugaces, pero muy interesantes, lo llevan a las películas La boda (1980), El atentado (1984) y Cien años de perdón (1998). Todas, producciones venezolanas.

Igualmente ha participado en el género de la zarzuela como Tío Sabino en La del Soto del Parral, en el Centro de Bellas Artes, en Santurce. En teatro ha participado en obras como Lo mejor está por venir, dirigida por Pablo Cabreras, y el musical El bombón de Elena, montada por la compañía Teatro del Sesenta.

El escritor cubano Alfonso Quiñones publicó en 2002 el libro Andy Montañez, el ser humano y el artista, una biografía que, a través de varias entrevistas, narra, con mucha sencillez y calidez, la vida de cantante del Niño de Trastalleres.

Hoy piensa en su recuperación y en el concierto que, con motivo de su cumpleaños y de sus bodas de oro de vida artística, hará el sábado 26 de mayo en el Coliseo José Miguel Agrelot, de Puerto Rico.

Andy sigue siendo un hombre alegre, bonachón, enamorado de su profesión y guía espiritual y musical de sus hijos. Sonero por excelencia y puertorriqueño a morir. Y aunque le siguen cayendo hojas blancas en su cabellera, él se mantiene firme como un roble, dando el amor a su manera y con un swing que muchos quisieran tener.

“Lo único mejor que la música es hablar de música”.
Gabriel García Márquez

Por Víctor González Solano
Director y presentador del programa radial Viaje latinoamericano.
Vigoso@gmail.com

(da El heraldo.co – 12/07/2012 )