César Portillo de la Luz: bolero, fílin, danzón … e Rivoluzione
Dopo l’addio a César pubblicato due giorni fa, ci è pervenuta una lunga intervista che l’esperto colombiano Rafael Bassi Labarrera realizzò, nel lontano 1998, al musicista cubano. Poiché dalle parole di Portillo de la Luz scaturisce un efficace ritratto delle musiche di Cuba, e non solo, vi proponiamo questo documento (in spagnolo), ancora inedito in Italia e in Europa, come ulteriore omaggio al Maestro. Guarda il video.
Prima dell’intervista di Rafael Bassi ecco un video girato in Messico con César Portillo che parla e canta.
EN LA CERCANIA DE PORTILLO DE LA LUZ
Por Rafael Bassi Labarrera***
CONCIERTO CARIBE – UNINORTE FM ESTEREO
No es habitual que un barranquillero acuda puntual a una cita, sin embargo tratándose de conversar con el compositor cubano cubano Cesar Portillo de la Luz, invitado de honor al Festival Internacional de Boleros Puerta de Oro 1998, fuimos tres los que llegamos antes de la hora convenida. Esto nos permitió a Jairo Solano, a Eduardo Bermúdez y a mi suavizar la emoción y ordenar las ideas para aprovechar al máximo este encuentro cercano con una de las leyendas vivientes de la canción latinoamericana.
Desde que apareció en el fondo del ascensor sentimos el impacto de su fuerte personalidad, el Maestro llegó hasta nosotros con su alba guayabera y luego de cruzar las palabras de rigor al presentarnos como profesores de la Universidad del Atlántico y expresarle nuestra admiración por su obra musical, pudimos percibir la energía positiva del artista y percatarnos que nos encontrábamos ante un conversador innato, un hombre sencillo y amable, en fin como decimos en el Caribe, un buena gente.
Maestro, si bien queremos hablar de su obra y de su entorno musical, quisiéramos conocer algo de su formación inicial, de sus recuerdos de infancia y adolescencia
– Tengo la convicción que el hombre es un producto de la interacción entre el sujeto y el medio. Existe una mutua implicación entre ambos ya que el uno influye en el otro. Eso hace que el hombre sea capaz de transformar el medio y vaya incorporando toda la referencia de su entorno inmediato.
– En mi caso, de niño que tenía un entorno hogareño de padres y hermanos. Preciso que nací en 1922. Para entonces, no contábamos con fonógrafo, la primera música que escuché fue en la voz de mis padres, mi tía y mis primas interpretando canciones de los más connotados compositores de la vieja trova como Sindo Garay, Eusebio Delfín…Mas tarde, cuando extiendo mi atención hasta el vecindario empiezo a escuchar canciones que provenían de los teatros municipales y se fue ampliando mi mundo de referencia.
– Hacia finales de los 20 ya podía oír canciones como Mama Inés, El Manisero de Moisés Simons, la música de Ernesto Lecuona (María La O, María Belén Chacón y Rosa la China), del maestro Gonzalo Roig, de Jorge Anckermann, de José White…. Estoy recordando la época del Teatro Alhambra y otros teatros como el Campoamor y el Payret donde se presentaban las compañías de zarzuelas y de allí salían canciones que se mezclaban con la tradición trovadoresca.
– En casa de mi madrina compraron una vitrola que era la sensación, allí se podían escuchar discos Decca, RCA o Columbia. Las vitrolas eran las primeras máquinas maravillosas de grandes bocinas, pero la verdad eran muy escasas, después vino la radiodifusión y la música se difunde de una manera más variada. Luego llegó del cine parlante; recuerdo que la primera música latinoamericana que trascendió a través del cine fue la cantada por Carlos Gardel.
– Siempre he tenido una memoria muy viva, recuerdo que cuando venía a casa mi tía, me ponían a cantar. Yo ya tenía, creo, una entonación perfecta Ahí comienzan las cosas. Ya desde mi niñez puedo decir que tenía una vocación definida.
En el centenario barrio habanero de El Vedado transcurrió buena parte de la niñez y la adolescencia de Cesar Portillo de la Luz. En esa barriada de arquitectura ecléctica llena de historias, bohemia y cultura se reunía con sus amigos a quienes también les gustaba la música y cantaban tangos de Gardel, corridos mexicanos de Tito Guizar y boleros de Miguel Matamoros.
Al abordar la incidencia de la literatura en su formación, Portillo recrea una bella estampa cubana
– Ya yo tenía definida una sensibilidad musical, pero mi padre que era maestro de obra y además tabaquero, me introdujo en las lecturas de tabaquería. Se trataba de una práctica muy extendida en las tabaquerías, mientras los trabajadores hacían sus puros, un lector leía en voz alta la prensa del día y los clásicos de la literatura universal. Mi padre por la noche nos narraba el capítulo que le habían leído ese día de la novela que estuviera en turno. Así me fui acercando a la literatura. Siempre recordaré Los Miserables de Víctor Hugo, novela que me marcó por su profundidad psicológica y su peso social. Desde entonces entendí la correspondencia entre ciencia y ficción con Julio Verne, el carácter premonitorio del arte y todas esas narraciones fantásticas que se quedan pálidas ante la realidad. Más adelante leí a Darwin y tantos otros textos científicos.
– Claro que la literatura incidió en mi producción musical. Literatura y música se compaginan porque la palabra es la expresión sonora del pensamiento que actúa en su sitio y categoriza. Por ello el lenguaje provoca una reacción en el intelecto a través del texto mediante su valor semántico y su carga psicológica. Cuando lo experimentas no puedes evitar trabajar con la palabra.
Reflexionando alrededor del acto creativo, de los sufrimientos del escritor frente a la hoja en blanco y de la angustia y zozobra que viven los artistas ante las veleidades de la inspiración, el autor de los antológicos boleros Contigo en la Distancia, Realidad y Fantasía, Tú, mi delirio y Noche Cubana proyecta diáfanamente al intelectual consciente de su compromiso social.
– Yo pienso que todos los artistas somos ansiosos del reconocimiento. Que toda creación es un acto de comunicación, que el ser humano como ser gregario necesita estar en comunicación con los demás. Recibir aprobación por lo que piensa, lo que siente, necesita reafirmar esa certeza de la aceptación acerca de lo que está proponiendo ; esa necesidad de recibir y proyectar al exterior es lo que distingue al artista del que no lo es y esta tendencia marcada lleva al artista a cierta neurosis compulsiva hacia crear y querer que el público se sienta representado en su obra. Resumiendo como artista trató de comunicarme y proyectarme al exterior, con autenticidad plasmo en el hecho musical que produzco emociones y me empeño en que esa expresión sea lograda en forma y contenido.
– El artista enfrenta la dureza de la cotidianeidad que le exige producir para un mercado, necesita sobrevivir que su arte sea productivo para luego como en mi caso poder sentarme a escribir con el preciosismo que me de la gana y sin prisa porque tengo conque vivir…
¡ Pero que interesante ! -interpela el profesor Eduardo Bermúdez- Eso es lo que nos dice la historia de la cultura literaria y artística : para que se produzca el arte, tiene que haber un excedente…usted ya lo consiguió y todo artista necesita de una u otra manera ese excedente para producir..
– Vaya estoy asegurado, porque estoy potenciado económicamente y no tengo la premura de sacar eso rápidamente para que me lo ejecuten y cobrar derechos de autor y recibir unos “kilitos”…ya no estoy en esa situación. O sea, ahora tengo que buscar la manera de poder disponer del tiempo necesario para sentarme y hacer mi trabajo de escritorio con calma, sin prisa.. Pero no se equivoquen, se también hacer una canción por encargo, en términos de “marketing” como se dice ahora…Pero cuando estoy creando, el primero que tiene que disfrutar de esa obra, una vez terminada, soy yo… y lógico su primer crítico.
– Creo que un artista puede vivir en condiciones precarias (Van Goh por ejemplo) y dejar una obra respetabilísima, pero no hay que pensar en estos términos… Sería algo romántico-morboso. No va uno a estar flagelándose para producir. Cuando se alcanza la maestría tienen que pagarte por esa maestría…Porque ha costado mucho esfuerzo llegar hasta ahí… Ahora lo que hay que tener presente es que para llegar a la maestría hay que asimilar bien todas las asignaturas del curriculum…o si no, no hay maestría, habrá pedantería.
EL RINCON DEL FILIN
Desde cuando escuché en enero de 1990 los sabios comentarios que deslizaba entre canción y canción el Maestro Cesar Portillo de la Luz en el Café Pico Blanco en el habanero Hotel Saint John’s, me llamó la atención la claridad conceptual del artista que en medio de un ambiente de bohemia y tragos era capaz de trascender y fortalecer el mensaje de sus canciones.
– Alguna gente, en un momento dado, acusó al bolero de arte decadente y demodé. Pero el tiempo, que siempre lo pone todo en su justo lugar, se ha encargado de ponerlos a ellos también a cantar boleros. Porque el bolero es cultura sedimentada, inevitable, y por eso sobrevive en el tiempo. No se hable del bolero sino de la inmortalidad del bolero, porque el bolero es.1
En el ardiente Caribe lleno de pasión y amor por la vida, el bolero es el paradigma de lo romántico que a través del tiempo ha superado los temporales de las almibaradas modas musicales nuevaoleras, la cursilería del pop-romanticismo y la chabacaneria de la pornosalsa. El bolero no es solo recuerdos, es testimonio de vida. Es la historia del amor caribe. Como bien decía Don Ramón de Zubiría “la atmósfera caribeña está impregnada por el bolero”
Los adolescentes de los años sesenta fuimos arrullados a ritmo de bolero, maestra vida nos enseñó el abecedario romántico en las voces que brotaban de los radios de la época; canciones que nuestras madres, tías y abuelas seguían cantando, mientras realizaban sus labores domésticas. El cine mexicano con sus melodramas, sus exuberantes rumberas y cantantes cabareteros completo nuestra iniciación romántica. Aquí está la explicación de que tres barranquilleros asistierán puntuales a la cita, deseosos de conocer las autorizadas opiniones de uno de los cultores fundamentales del género.
– El bolero cubano cuyo origen se remonta a una evolución de la trova santiaguera tiene como característica el elemento sonoro percutivo del cinquillo, que es una contracción rítmica dentro de un grupo de notas sincopadas que alterna con otro normal. El celebre músico mexicano Agustín Lara acogió el cinquillo como patrón de sus composiciones, convirtiéndolo en paradigma para los compositores latinoamericanos.
Hablando de México -interrumpe ansioso Jairo Solano- recientemente veía en un programa de televisión como allí se sigue bailando el danzón en una especie de liturgia que se práctica con devoción, principalmente en Veracruz, Yucatan y el Distrito Capital. ¿Qué relación existe entre el danzón y el bolero ?
Bueno, vamos por partes, en el caso del danzón hay que tener en cuenta la importancia que tiene el valor de uso de las cosas. El danzón se deriva de la contradanza francesa, ritmo que en este clima húmedo, tropical resultaba difícil de bailar para la aristocracia elegante y se crea un baile más ajustado a esa situación social. El danzón por su carácter mixto se expande fácilmente por América con gran aceptación, especialmente en México. Luego con la evolución del danzón y específicamente con la orquesta de Antonio María Romeu, se sustituyó la parte del violín por la parte cantada, asimilándose en gran medida a la temática y la lírica del bolero. En su más eximio representante, Barbarito Diez, por ejemplo al subordinarse la orquesta a las necesidades del vocalista que va a cantar con aire de bolero, obtiene frases musicales más cercanas al bolero.
Hablando de cantantes cubanos ¿cuál es el mejor bolerista de Cuba ?
– El más destacado cantante de nuestra generación fue Beny Moré y también el más destacado intérprete del bolero cubano. Hay circunstancias históricas que hacen que un artista opaque a todos los demás. Benny disfrutó al máximo de la televisión, lo que no lograron otros cantantes de la talla de Miguelito Valdés que no contó con esas ventajas. Sin desconocer la inmensa calidad del Benny ese factor tecnológico actuó a su favor. Además encontró plenamente desarrollada la radiodifusión. Las circunstancias sociales hacen que el desarrollo de todas estas industrias se conjuguen para el éxito musical del Benny y para que fuera idolatrado en Cuba.
– Hay que reconocer que a pesar de la gran calidad musical del Benny, este era un hombre humilde que arrastraba un déficit cultural pronunciado en una sociedad donde la televisión en el año 59, tuvo que librar una campaña de alfabetización, lo cual hace presumir cuál era el tipo de audiencia que se veía representada en ese artista de estrato popular.
Pero nuestro entrevistado no sólo ha sido cantante y compositor de alto vuelo; él fue uno de los iniciadores del filin, movimiento musical cubano que nació en la década del cuarenta y en el que participaron entre otros José Antonio Méndez, Luis Yañez, Niño Rivera, Elena Burke, Frank Emilio apoyados por instrumentistas como Bebo Valdés y Peruchin.
– Lo del filin fue una cosa espontánea. Todos éramos contemporáneos, con una formación similar e intereses comunes que nos llevó a proyectarnos y desarrollar el trabajo en una forma unificada.
– El filin fue un género de interpretación influido por la música norteamericana con raíces en la trova y de gran expresividad e intimidad, donde los intérpretes acompañados de guitarras destacan la armonía sobre la melodía y desde el punto de vista temático producen un texto mas coloquial pero no con letras banales, fantasiosas. Nuestras canciones recogen de una manera artística con un lenguaje exaltado vivencias comunes, muy universales.
LA ISLA DE LA MUSICA
En el Caribe hemos padecido por más de treinta años la orfandad rítmica de la fuente nutricia natural : Cuba, nuestra patria madre musical. Vacío que fue llenado en las décadas del sesenta y setenta, desde los nuevayores, por el movimiento salsero que supo ofrecer una alternativa sonora acorde con esos agitados tiempos. Ese sonido salsero entró en crisis en los años ochenta, agotado artísticamente por una industria discográfica facilista y mezquina. Los amantes de la buena música antillana tuvimos que refugiarnos en la nostalgia, reencontrandonos con la música de nuestros mayores, reconociendo las excelentes orquestas de los años cuarenta y cincuenta, y acompañar a nuestros antiguos ídolos salseros en el viaje del jazz latino.
Pero de pronto vemos la luz al otro lado del oscuro túnel musical; algunos productores independientes de Estados Unidos y España han redescubierto la música cubana, encontrando en ella una potencialidad escondida por largos años de bloqueo y aislamiento socialista. Toda la vitalidad rítmica cubana apoyada en talentosos y virtuosos intérpretes con una elevada formación académica busca su proyección internacional de cara al nuevo milenio.
– Al hablar de la música cubana actual es preciso señalar que la Revolución crea un sistema de enseñanza típica que vincula la música desde la primaria con el estudio teórico y práctico del instrumento, el niño se forma integralmente. Este sistema de estudios a estas alturas ya ha dado más de dos generaciones de músicos de alto nivel, a diferencia de épocas anteriores cuando la mayoría suspendía sus estudios para subsistir y algunos eran exitosos para las exigencias de entonces. Me refiero a la música cubana de los cincuenta que con algunas leves transformaciones hoy se conoce como salsa que no es más que una reproducción de viejos aires en forma esquemática y estandarizada.
– Cuando estas generaciones de nuevos músicos cubanos formados por el sistema de enseñanza musical de la revolución sale a la palestra con un altísimo nivel y son encauzadas por directores populares como Armando Romeu, iniciador del movimiento jazzistico que conduce a la conformación del Grupo Irakere, escuela musical de donde se desprenden músicos que van a conformar grupos como NG La Banda, que crea un nuevo concepto bailable popular.
Maestro, perdone que lo interrumpa, hubo un tiempo en que los cubanos consideraban un sacrilegio hablar de salsa, creo que era en lo único que estaban de acuerdo los residentes en la isla y los migrantes, después parece haberse modificado esta actitud en Cuba y así vemos en el documental cubano-niuyorquino “Yo soy del son a la salsa” a símbolos de la música bailable cubana de las tres ultimas décadas como Juan Formell, aceptar aunque no de muy buen agrado la denominación de salsero.
– Si el rótulo de salsa era un pasaporte para vender la innovación cubana en el exterior hay que entender su utilización. No obstante cuando se impone la nueva sonoridad por su gran calidad adquiere una denominación distintiva y hoy se habla de la Timba, que es una forma alternativa de llamar a esa música, pero esos, no son más que rótulos efímeros y episódicos para designar a la música cubana del momento. Ese fenómeno lo hemos vivido en diferentes épocas de la historia musical cubana a partir del son se han experimentado variaciones como el chachachá y en tiempos más cercanos con el ritmo pilón, el mozambique, el paca paca…modas musicales efímeras.
– La innovación que realmente trascendió de manera universal es el mambo que alcanza gran notoriedad en los tiempos de la televisión y el cine parlante de los cincuenta. El mambo propició un nuevo concepto danzario porque respondía a nueva circunstancia social, bailar de una manera espectacular el bailador quería lucir como un artista del baile ante los demás, estudiaba las canciones y montaba pasos que provocaban una euforia colectiva e inclusos algunos ballets los copiaban y reproducían en sus obras danzarinas. El cine mexicano asimiló y proyecto toda la emoción del mambo.
La llegada de Chila Arevalo, quien viene a buscarnos para llevar al Maestro Portillo a la capital histórica del caribe continental, precipita el final de esta conversación. Antes de partir le pregunto como ha logrado compaginar esa humildad propia del auténtico maestro con la frivolidad que genera la fama.
– Mira hermano. El ser humano es acomodaticio por naturaleza. Hay quien busca acomodarse de una manera y yo me acomodo de otra. Hay algunos para quienes el acomodamiento es distanciarse de los demás, es enajenación, es egocentrismo. Lo mío es otra cosa, vivir relajadamente, tratando de ser congruente con lo que pienso y con lo que siento. Me río de esos artistas que asumen poses de distanciamiento con la sociedad, buscando que la sociedad los vea como seres superiores. Esos son unos payasones en plan de “estrellas”.
*** Rafael Bassi, critico musicale, direttore di numerosi programmi radiofonici di musica jazz e latina.
1.- César Portillo de la Luz, “Cronista del Amor”, Magazín Dominical de El Espectador, 25 de abril de 1993: p 17
Didascalie foto:
Le prime due foto sono state fornite dall’autore Rafael Bassi.La terza, di G.F. Grilli, ritrae il musicista Angel Diaz in Callejon de Hammel davanti alla Casa del Filin, che è anche la sua abitazione e dove negli anni Quaranta si riunivano “los muchachos del filin”, gruppo di cui lui era componente.
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